Como han visto en la asignatura Historia, el siglo XVIII se caracteriza por una serie de revoluciones burguesas que determinaran la situación del Estado durante la Edad Contemporánea.
De esta manera las distintas revoluciones cuestionan a las Monarquías Absolutas de Origen Divino y proponen alternativas, primero desde las ideas de la Ilustración, y luego en la práctica con el ciclo de revoluciones políticas.
La Revolución Gloriosa producida en Inglaterra y que finaliza en 1688 estableciendo la Monarquía Parlamentaria, donde el "rey reina pero no gobierna", por lo que las decisiones del gobierno se encuentran en manos del Parlamento y el primer ministro.
Por su parte, la Revolución de las Trece Colonias Británicas en América y su posterior independencia y constitución de EE.UU. en 1776 estableció como alternativa a la monarquía absoluta el sistema basado en República. Algo similar sucedió en América Latina luego de la crisis del orden colonial en el siglo XIX.
La Revolución Francesa iniciada en 1789 "jugó" entre las dos alternativas, es decir con una monarquía limitada, en este caso por una constitución, o bien con una república. Pero como los distintos actores sociales no pudieron acordar (como si lo había logrado la burguesía y los nobles en Reino Unido), la Revolución Francesa pasó por distintos estadios provocando que fracasaran estos primeros intentos de cuestionar el poder de la figura del rey.
La siguiente presentación explica el ciclo de revoluciones burguesas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario