miércoles, 17 de octubre de 2018

Mundial 1978 y la Dictadura

Mundial 1978 y la Dictadura

Luego que la Junta Militar llegó al poder tras el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, se creó el Ente Autárquico Mundial’78 (EAM’78), que sería el encargado de organizar del Mundial. El EAM’78 estaba dirigido por el vicealmirante de la Armada argentina Carlos Lacoste. Entre otras medidas, el EAM’78 retiró a la AFA (la Federación Argentina) de los preparativos y mantuvo una política de opacidad presupuestaria. Aunque no es oficial, se estima que la EAM’78 gastó unos 700 millones de dólares.

Desde un principio la idea original de la Junta Militar fue dar un golpe (otro) propagandístico con la rivalidad del Mundial. Pero tenían que hacer frente a las llamadas al boicot que procedían de todo el mundo. Francia era uno de los países en los que más activo era el movimiento para boicotear el Mundial del 78, si bien no había acuerdo entre aquellos que tenían como objetivo que el Mundial no se llevara a cabo en un país donde se producían continuadas violaciones de los Derechos Humanos y los que pensaban que la celebración del torneo era indispensable para que el mundo conociera las atrocidades de la Junta Militar.

Cuando Argentina ganó la Copa Mundial en el Monumental de River, cerca de allí, en la sede de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el infame lugar donde se llevaron a cabo las atroces torturas de la dictadura y de donde partían los tristemente famosos ‘vuelos de la muerte’, se dice que los carceleros y torturadores gritaron “¡Ganamos!” a los presos, que incluso llegaron a ser sacados de la ESMA por sus verdugos para celebrar el título en las calles, antes de volver a su reclusión y a su casi segura muerte.

Les dejo el trailer de un documental que trata sobre la relación establecida entre el Mundial de 1978 y el Gobierno de la Dictadura Militar



Si les interesa ver todo el documental les dejo el link: documental "Mundial '78, el triunfo y el terror"

Dentro del contexto de terror gestado desde el inicio del golpe, el Mundial de 1978 se vivió en las calles. Cada triunfo se hacía sentir como un triunfo del gobierno autoritario.




Un modo de resistencia al terror impuesto por la Dictadura se dio a través de lo propuesto por el dibujante Caloi a través de su personaje Clemente. El gobierno militar quería demostrar a la prensa mundial que Argentina era una país ordenado y respetuoso de la ley. A través del relator oficial del Mundial, José María Muñoz, se impulsaba erradicar el festejo de tirar papaleitos con cada gol y cada triunfo de la Argentina. “¿Cómo no vamos a tirar papelitos si los argentinos tiramos papelitos?”, se preguntaba Clemente desde las tiras diarias. Y se transformó en el principal vocero del gusto, del placer y de la tradición del hincha. A Muñoz pasó a llamarlo Murioz. Y la guerra de los papelitos se hizo masiva. La gente, obviamente, compró a Clemente y tiró más papelitos que nunca. Tanto que, camino al Monumental, la Policía llegó a sacarle los diarios para que no pudiera romperlos y convertirlos en papelitos. Ahí empezó a funcionar el interminable ingenio popular para superar las vallas policiales. Y cada partido de la Selección fue una fiesta de papelitos y de burlas a Muñoz. La tarde de la final, contra Holanda, el césped parecía pintado de blanco...
“Tiren papelitos, muchachos”, pedía un Clemente formado por cuadraditos y líneas desde el cartel electrónico del estadio cada vez que aparecía la Selección de Menotti. Es que el cartel lo manejaba la FIFA, no la organización.
Caloi y Clemente le habían ganado a la dictadura.



En el siguiente video Caloi relata sus recursos sobre el rol jugado por su personaje, Clemente, durante el Mundial de 1978.

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